20 junio 2010

JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO -C-


Todos nosotros reconocemos a Jesucristo como Señor de nuestras vidas, de muchas maneras lo intentamos vivir y experimentar así, sobre todo en nuestra relación con Él, nos dirigimos a Él como alguien superior y especial.


Él es nuestro Rey, pero un rey distinto a los demás...

El Evangelio de hoy nos presenta a Jesús en el "salón del trono", el CALVARIO...:

Su trono: la cruz.

Su rostro: la cara desfigurada de un hombre de 33 años.

Su corona: de espinas.

Su cetro: los clavos.

Su manto real: su propia sangre.

Su sentencia: el perdón.

Su culpa: el amor sin límite...

Su poder: el servicio y no la opresión.

Su riqueza: el desprendimiento y no el robo.

Su gobierno: por ofrecimiento no por oposición...

Su esplendor y su gloria: no por ser rey al estilo humano sino por la humildad y obediencia a la voluntad de Dios...

Sus últimas palabras: de perdón y de misericordia...

En el ladrón del Calvario todos estamos representados, su vida pasó por el robo, la mentira, el saqueo, el odio...

Todo esto que presentía un final fatal encontró un final estupendo y feliz...

Aquel hombre supo ver con los ojos del corazón, supo mirar con la mirada del amor, supo pedir con la esperanza de recibir..., supo sentir con la fe más profunda...

Ese hombre encontró el agua viva, la luz del mundo, el camino, la puerta, la verdad y la vida.

" Te lo aseguro..., a partir de hoy todo será distinto para ti... tienes derecho a la felicidad.. "

Que así sea también para nosotros.

Domingo 33 del T.O. - C

A todos nosotros nos gusta sentirnos seguros, y es que el sentimiento de seguridad es uno de los que más apreciamos y buscamos.

Queremos en todo momento, saber cómo, por dónde y con quién tenemos que ir...

Normalmente nos gusta saber cuánto tenemos que dar, cuánto tenemos que hacer... y en cuanto a Dios también...

Jesús habla de la destrucción del Templo de Jerusalén, y es que el templo era para un judío la seguridad... mientras estuviera el Templo allí, un judío sabía cómo tenía que vivir y actuar...

Jesús anuncia que la destrucción del Templo sería definitiva y que desde ese momento la relación del hombre con Dios no estarían limitadas ni por un lugar, ni por unas leyes, sino que la humanidad entera será el gran Templo de Dios que habrá que cuidar y mimar.

Jesús, por así decirlo ya estaba aludiendo a lo que hoy llamamos "cambio climático".

Si miramos:

EL MUNDO: guerras, catástrofes, hombre...

LA IGLESIA: envejecimiento, descenso del número de creyentes.

NUESTRA VIDA: desilusión, vacío, soledad, enfermedad.

Jesús ante todo esto, más que miedo nos quiere transmitir serenidad..., las dificultades son imprevisibles y a veces inevitables... el miedo ante ellas es admisible...

El peligro está en desanimarse, en cansarse, en verlo todo negro...

Jesús nos garantiza la victoria final si ponemos de nuestra parte (haz las cosas como si dependieran de ti, sabiendo que en gran medida dependen de Dios).

FIRMEZA, CONSTANCIA, FIDELIDAD, CONFIANZA.

" No tengáis miedo... yo he vencido al mundo "

Domingo 32 T.O. -C

El mes de noviembre está todo él marcado por el recuerdo de los difuntos. Las lecturas de hoy nos invitan a mirar más allá de nuestra vida en este mundo y volver a sentir la esperanza en la vida eterna que Dios no quiere dar.

Si de la mano de Dios han brotado la vida y el ser humano, si Dios es nuestro Padre lleno de amor, lo coherente es pensar en una vida feliz y para siempre junto a Él.

Sencillamente porque es un Dios que llama a vivir y a hacer vivir.("Porque para Él, todos están vivos ").

Pero sabemos que esta vida terminará; que tenemos "fecha de caducidad", pero en vez de cerrar los ojos ante lo que nos vendrá algún día, hemos de vivir el presente como una nueva oportunidad.
Atentos: "Pasa como con los yogures u otros alimentos"

Y es que quien se pone cara a cara delante de la muerte, descubre la otra cara de la moneda: La vida (viviendo cada día como el último nos llevaría a vivirlo con intensidad), y la muerte (como un paso más), descubriendo lo bueno que tiene todo hasta en lo peor que nos pueda pasar,

Sin olvidar que somos humanos y nos vendrá siempre la pregunta ¿Por qué?.

Pero sabemos que poniendo los ojos en Cristo crucificado podremos encontrar alivio ante ese misterio doloroso y crucial de nuestra vida.

Poniendo nuestra mirada, nuestra vida y nuestra confianza en Cristo muerto y resucitado.

Hoy nos pide Jesús que nos espabilemos, que no caigamos en la tristeza sin sentido, que vivamos nuestra vida con intensidad y que no perdamos la ESPERANZA.

Su promesa de vida y vida junto a Él, la cumplirá, no nos defraudará...

Domingo 31 T.O. - C


Jesús no mira los actos sino las actitudes (no mira lo que hacemos sino la intención con la que hacemos las cosas).

* El encuentro con Zaqueo deja claro cómo actúa Dios con el hombre que está perdido y no encuentra salida.

* Zaqueo es un hombre perdido, pequeño, ladrón, pecador... lo único que tiene es dinero, pero busca algo nuevo...



* Jesús toma la iniciativa, sin aludir al pasado, sin exigir nada, sin pedir méritos: "Baja en seguida que tengo que hospedarme hoy en tu casa".

* Al oír estas palabras, Zaqueo empieza a crecer, se siente reconocido, amado, perdonado, salvado por Jesús...

* El mundo nos dice: "Cuanto más subas mejor", pero Jesús nos dirá: " Si quieres verme baja de tus seguridades y de estar en la higuera".

* Árboles de los que no nos bajamos:

- Indiferencia

- Duda, enfriamiento de la fe.

- Seguridades (los que lo hacen todo bien).

* Árboles sagrados a los cuales hay que subir:

- El árbol de la Eucaristía nos permite contemplar la entrega de Jesús.

- El árbol de la Oración nos hace tener una visión personal de Dios.

- El árbol de la Caridad nos abre los ojos a la realidad que nos rodea.

- El árbol de los Sacramentos nos despierta los sentidos para gustar las cosas de Dios.

- El árbol de la Iglesia desde donde vemos la grandeza de ser y de vivir como familia e hijos de Dios...

Domingo 30 del T.O. - C


No hay nada que nos engañe más que un espejo (porque refleja la imagen externa de cada uno de nosotros... una imagen que puede ser distorsionada... maquillajes, operaciones... hacen que nuestra figura deje de ser la que realmente es...).

Y es que vivimos en el mundo de la imagen.

Todo parece valorarse por la imagen que damos y olvidamos lo más importante... el interior.

Solemos actuar como la madrastra de Blancanieves: "dime espejito, ¿quien es más guapa que yo?".

En la historia que Jesús nos cuenta, Él mismo subraya no la imagen del fariseo (aparentemente bueno pero soberbio...) sino el corazón del publicano (aparentemente malo, pero humilde).
El soberbio se cree autosufiiciente... el humilde se siente necesitado del otro...

Lo que Dios condena en el fariseo no son sus buenas obras, sino su orgullo, su mentira y lo que Dios alaba en el publicano no son sus pecados, sino su humildad...

Hoy se nos invita:

1- A mirarnos a nosostros con sinceridad y descubrir que todos tenemos algo de estos dos personajes.

2- A mirar a los demás con caridad, resaltando más sus aciertos y virtudes que fallos y defectos.

3- A mirar a Dios con humildad, sabiéndonos necesitados de Él.

Pidamos hoy ser como aquél que al humillarse fue enaltecido porque en el fondo sintió su pobreza, su pecado, su necesidad de Dios... es el mejor camino sin duda... el de la HUMILDAD de corazón...

Domingo 29 T.O. - C


El Evangelio de estos últimos domingos nos ha ido hablando de la fe y veíamos que tener fe es sobre todo tener confianza en el Señor y mostrar nuestro agradecimiento por todos sus bienes...

Hoy Jesús nos invita a alimentar esa fe con la oración.

La oración es el medio que tenemos para comunicarnos con Dios... (nadie se imagina a un hijo y a un padre que no se hablen..., ni dos enamorados que no se comuniquen..., ni dos amigos que no se cuenten sus cosas...). A todos ellos les une el amor, el cariño y la confianza... lo mismo que nos une a Dios...

Para un creyente, la oración es como el aire que respira. Un cristiano sin oración es un cristiano muerto... monótono, rutinario... y ¿qué peor muerte hay que la rutina...?.

La parábola que nos cuenta hoy Jesús nos enseña la perseverancia que hemos de tener en la oración... una oración que ha de mantener la confiada seguridad de que Dios siempre me escucha...

¿Cómo está nuestro grado de comunicación con Dios?... Le dedicamos tiempo a aquello que nos interesa... y el tiempo que dedicamos a algo o a alguien muestra el grado de interés o el valor que le damos...

A más tiempo... más valor...

A más interés... más tiempo...

Si no rezamos no nos comunicamos con Dios, y si no nos comunicamos... qué clase de amor manifestamos...

Domingo 28 del T.O. - C


Todos recordamos que de niños nuestros padres nos enseñaron a pedir las cosas "por favor " y a que nos acostumbráramos a dar las gracias cuando alguien nos diera algo o nos ayudara... de ahí la frase: "Es de bien nacidos, ser agradecidos...".

Y es que, tal y como nos recuerdan las lecturas de hoy, el agradecimiento es una de las actitudes humanas y evangélicas básicas en la vida.

Ser agradecidos implica reconocer que lo recibido en bien propio no es un derecho, sino un don, un regalo... y los dones, los regalos, siempre se agradecen...

Vivimos en una sociedad burocratizada en la que dar gracias se ha convertido en un trámite burocrático...: en un simple ticket de la compra se nos dice "gracias por su visita".

Es un "gracias " dicho desde el interés y el egoísmo...

Con el relato que hemos escuchado se nos quiere hacer entender que el cristiano, el verdadero creyente, seguidor de Jesús, no es el que pide gracias o recibe gracias, sino fundamentalmente quien da gracias ...

San Agustin dirá:

"La fe es creer en lo que no se ve, y la recompensa es ver lo que uno cree... "

De ahí surge el agradecimiento... y este me ha de llevar al seguimiento...

Ese fue el camino de aquel que se volvió a dar gracias a Jesús...

A los demás les movió la necesidad interesada... a él la fe confiada...

Y cuando uno va al Señor con fe y con confianza... uno no puede más que agradecer y decirle:

"Te seguiré... me pongo en tus manos"...

Domingo 27 del T.O. - C


En el Evangelio de hoy vemos la dificultad que tienen los discípulos a la hora de entender y vivir aquello que Jesús les plantea...

Ante la dificultad surge la petición "Aumentamos la fe..."

Y es que dificultades tenemos todos y más cuando miramos a nuestro alrededor y sólo encontramos: afán de dinero, de bienestar, de poder, de triunfo, de indiferencia, de egoísmo... (ahí radica la raíz de todas nuestras dificultades...).

Jesús hoy nos enseña algo muy claro: " Que hasta lo imposible deja de serlo si se tiene fe... ".

¿ Y en qué consiste eso de tener fe?.

Consiste clara y sencillamente en saber amar...

Cuando amamos no buscamos la recompensa o el regalo merecido por lo que damos...

Tener fe significa tener amor, sentir amor, transmitir amor...

Y es que en clave de amor, a través y por medio del amor se entiende y se vive la fe...

El amor es la fuerza que ciertamente transformará y cambiará el mundo...

Cuando AMO, CONFÍO, y CONFIAR a ciegas es tener FE.

"La fe no es una escapatoria de las responsabilidades de la vida... no nos ahorra las dificultades..., pero da fuerzas para salir de ellas y sobre todo da sentido al caminar, y hasta lo que parece imposible deja de serlo... si se tiene fe..." (Padre Pío)

AMA - CONFÍA y no te preocupes.

Domingo 26 T.O. -C

Aquella parábola que contó Jesús y que nos presenta a dos personas contrapuestas nos quiere advertir del peligro de poner toda nuestra vida en las riquezas...

La parábola nos invita a compartir y a convertirse de corazón.

Todos podemos ser con lo nuestro, mucho o poco, tan egoístas como el rico de la parábola.

Sólo nos sentimos pecadores cuando algo negativo nos pesa en la conciencia... los hay que se sienten buenos porque no son malvados, (no roban, no matan, no hacen mal a nadie...), pero olvidan algo importante y que nos lo enseña Jesús: El rico no molestó para nada a Lázaro, no arremetió contra él, ni le echó los perros... simplemente pasó de él, no le abrió su casa, ni su corazón, ni le alargó la mano... Fue indiferente.

Es bueno ser rico y ojalá todos lo fuéramos ( ricos en alegría, en tiempo, en optimismo, en fe, en dinero...), sí ... pero sin olvidar que todo eso ha de estar a disposición de todo aquel que lo necesite...

Jesús condena la riqueza en cuanto esta nos lleve a la autosuficiencia y al egoísmo, porque según Jesús... quien todo lo tiene, cree que todo lo puede y sin darse cuenta se convierte en sí mismo como en Dios, llegando a no necesitarlo ni a Él ni a los demás .

Seamos ricos... pero ricos en Amor, es la mejor y la mayor riqueza...

Domingo 25 del T. O. - C

Hay cosas en la vida que intentamos guardar y procuramos que no se sepan... (los años, los problemas personales o familiares..., pero sobre todo el dinero...)

Con el dinero pasa como con los años... cuanto más tenemos, menos queremos que se sepa... y conforme más tenemos más limitados nos encontramos...

Hoy Jesús nos enseña con aquella parábola del administrador sagaz que lo importante es el futuro y que tenemos que ser previsores de ese futuro...

Nos pide que imitemos la astucia de aquel hombre, no para asegurarnos un futuro material, sino para entrar en el Reino de Dios.

Y es que la gran lección de Jesús es decirnos que el dinero y los bienes siempre llevan consigo un peligro, y es esclavizarnos, obsesionarnos y hacernos tan egoístas que nos olvidemos de Dios y de los demás.

- Si hacemos del dinero nuestro dios nos convierte en sus esclavos...

- Si ayudamos generosamente con nuestro dinero a los necesitados nos hacemos merecedores del premio que Dios nos tiene reservado...

El Señor hoy nos pide que seamos astutos, honrados y sobre todo generosos...

La cuestión está en saber dónde estamos poniendo nuestro corazón... de si el dinero nos sirve (que eso no es malo) o de si más bien servimos nosotros al dinero (que eso sí es malo...)

No olvidemos que a Dios le agradará lo que hagamos por el otro, no por el dinero en sí que hayamos dado, sino por la actitud del corazón con que lo hayamos hecho... con generosidad...

Domingo 24 del T.O. - C

Solemos escuchar con frecuencia eso de "Tanto tienes..., tanto vales... " y es que nos importa tanto el tener que solemos valorar a los demás por lo que tienen y no por lo que son...

Tras escuchar estas dos parábolas nos damos cuenta de cómo actúa Dios, de la alegría que produce en Él la conversión y el cambio a una nueva vida...

En definitiva, Dios no nos ama por nuestras virtudes sino porque somos sus hijos... no nos ama por lo que tenemos o hacemos, sino por ser sus hijos queridos... estemos en la condición que estemos ... Él nos ama...

Si yo dijera hoy... ¿quién quiere este billete?, todos lo desearíamos por lo que vale, por lo que es...

... Si lo estrujara... ¿lo seguiríamos queriendo...? ...¿ y si lo tiro al suelo y lo pisoteo?.

Haga lo que haga con él lo seguiríamos deseando...

Nosotros, para Dios, somos como ese billete; a veces, ensuciados, aplastados por nuestras decisiones y por nuestro estilo de vida nos sentimos indignos y sin valor... sin embargo para Dios seguimos valiendo enormemente...

Para Él nadie es causa perdida, sencilamente porque somos sus hijos.

No olvidemos que Dios está más cerca cuanto más se le necesita...(el problema está en si realmente le necesitamos ... pase lo que pase Él nunca nos fallará...

Domingo 23 T.O. - C

Acabamos de escuchar cómo a Jesús le seguía mucha gente y es curioso cómo Jesús más que facilidades lo que les proponía para seguirle eran condiciones, en concreto tres:

* Dejar a un lado lo que más se puede llegar a querer para seguirle a Él.

* Llevar la cruz en señal de total disponibilidad y confianza.

* Renunciar a todo lo que esclaviza, especialmente los bienes...

No olvidemos que vivimos en un mundo donde las rebajas y la oferta están de moda... donde se busca la última novedad al menor precio, donde se busca la mejor calidad a precio de ganga... Normalmente esto nos pasa factura... porque olvidamos que a mayor calidad... mayor precio hemos de pagar...

Algo así pasa con el Señor... y es que cuando alguien renuncia a algo sabiendo que ha optado y encontrado algo mejor, la felicidad que siente es inmensa...

Seguirle no significa dejar algo... sino haber encontrado a Alguien y ese encuentro hace que pase a segundo lugar todo lo demás ( y se deje convencido de que es para mejor).

Todo esto requiere sacrificio, es verdad, pero sobre todo confianza y esperanza.

Sabiendo que si confiamos plenamente en Él... nos espera el mejor de los premios, que supera en valor, calidad y duración a los de la Tierra...

Domingo 21 T.O. - C

A lo largo de nuestra vida inevitablemente surgen preguntas, dudas y por supuesto, todos queremos darle la respuesta más clara y más convincente... es normal...

Aquella pregunta que le hacen a Jesús parece que la hacen aquellos que se sentían salvados... creían poseer el derecho de la Salvación...

Jesús quiere dejar claro que el problema no está en la cantidad (cuántos) sino en el cómo vivir desde ahora la salvación que todos esperamos y queremos...

1- Para Jesús lo que importan son los hechos y no los derechos (no tengo "derecho" a salvarme, aunque sí sé que con mi esfuerzo personal (conversión) y mi fe hecha vida me salvaré...)

No basta con estar bautizado ( pasado por agua), hay que estar convertido...

2- Jesús también nos enseña que la salvación puede disfrutarse ya desde ahora, y eso se vive cuando encontramos en nuestra vida un horizonte abierto, un sentido, una fuerza... ¡ eso es ya una salvación ...!
3- Jesús nos enseña a pasar por la única puerta que existe para disfrutar todo eso: la puerta de la humildad, del sacrificio, de la fe sincera, de las buenas obras, del amor desinteresado...).

En resumen, aquello de San Agustín: " Dios que te creó sin ti, no te salvará sin ti " .

Se salvan los que quieren. /Quieren los que entran por la puerta que es Jesús/.

La conversión es la llave que abre y da paso a esa puerta...

Domingo 20 del T.O. - C

Como cada domingo el Señor nos vuelve a sorprender y a describir cuáles deben ser las actitudes de un fiel seguidor suyo, de un buen cristiano...

- El domingo pasado nos insistía en la vigilancia.

- Hoy insiste en la fortaleza como actitud necesaria para avivar ese "fuego" que Él vino a traer al mundo... (su REINO).

Al igual que ocurre con el fuego, Jesús quiere transformar, cambiar y remover este mundo que tiene otras convicciones, que aprecia otros valores, que reacciona con indiferencia, hostilidad, sarcasmo, burla o incluso con una persecución más o menos encubierta de nuestra fe...

Y es que tener fe hoy, y vivir de acuerdo con ella, es una opción seria que exige fortaleza para ser fieles...

Si sólo buscamos en el Evangelio tranquilidad a cualquier precio y una especie de refugio libre de conflictos es que no hemos entendido bien a Jesús, o que su fuego no abrasa nuestra vida.

Hoy el Señor nos invita a hacer... a hacer lo que podamos, por poco que sea... Eso es lo que espera Dios de nosotros, que hagamos bien lo que podamos hacer... o lo que es lo mismo... a hacer de manera extraordinaria lo más ordinario... Y eso se consigue con AMOR.

Ojalá nos dejemos "quemar" por su fuego y seamos en medio del mundo verdaderas y auténticas llamas que alumbren la vida de los demás...

Domingo 19 del T.O.- C

Vivimos en un mundo donde la mayoría de las personas anda agobiada por muchas cosas: el trabajo, la salud, el prestigio, la familia, los planes de futuro... Vivimos con el alma en vilo, de esas situaciones surge lo inevitable, el miedo, la inseguridad...

Hoy, como siempre, Jesús nos invita a la confianza; "No temas, pequeño rebaño..." Jesús no pretende negar los problemas y las dificultades de la vida... Jesús nos quiere decir que Dios nos ama tanto que nos ha dado el tesoro del Reino, su AMOR.

Y es que agotamos tiempo y esfuerzo intentando sujetar todo con nuestras manos ( la vida, el amor...) queremos controlar lo incontrolable ( el tiempo, el futuro...)

Hoy el Señor nos invita a hacer las cosas como si todo dependiera de nosotros, pero sabiendo y creyendo que todo depende de Él.

Nos cuesta abandonarnos en Dios... pero es curioso cómo no nos cuesta abandonarnos y dejar nuestras vidas en cosas y personas con la mayor normalidad ( nos montamos en un coche con un desconocido, confiamos nuestros hijos a un sistema escolar durante horas, votamos y nos ponemos en manos del que gobierna...).

Jesús hoy nos enseña que para que el miedo no nos invada y paralice, además de confiar en Dios, hay que evitar también aquellas situaciones que, de producirse, nos llenarían de miedo...

CONFIANZA y PRUDENCIA

Dos actitudes que, sin duda, cambiarán y mejorarán nuestra vida...

Domingo 18 del T.O.- C

Tras escuchar estas palabras de Jesús, podríamos decir que sus palabras están cargadas de gran actualidad.

Jesús habla de la mentalidad y del estilo de vida que caracterizaba a muchos de su época y, qué casualidad, de nuestra época...

Hoy en día todo se determina por "el tener" y por "el disfrutar". La realización de las personas se reduce a la riqueza y al consumo y aquel que disfrute de todo esto, ni mucho menos se le llama "necio", sino más bien, "afortunado".

Y es que vivimos en la era del Consumismo, en la cual no se trata sólo de tener, sino de tener para disfrutar, degustar, darme la buena vida, la vida padre...

Jesús nos llama la atención, porque planteada así la vida se corre el peligro de lo inevitable, caer en el vacío... ya que el consumismo termina por consumir la vida de las personas.

Vivimos en un mundo donde la gente ya no pregunta "¿quién eres tú?" sino ¿cuánto tienes tú? y somos en la medida que tenemos...

No olvidemos nunca que el dinero atrae nuestro corazón y nos seduce porque da poder, seguridad, honor, bienestar...

Decía San Basilio:

* El pan que no comes es el pan del hambriento.

* El vestido que ya no te pones es de aquél que está desnudo.

* Los zapatos que ya no usas son de aquél que está descalzo.

* El dinero que tienes guardado es el dinero de los pobres.

* El bien que dejas de hacer es la mayor injusticia que cometes...

No seamos necios e insensatos que atesoran para no llevarse nada después...

- Trabajemos para vivir (que eso es necesidad humana).

- No vivamos para trabajar (que eso es egoísmo).

- Y no vivamos sólo para atesorar y amontonar riquezas que eso es una vanidad sin perdón...

Domingo 17 del T.O. - C

El Evangelio de hoy nos invita a ser humildes ante el Señor y a acudir a Él mostrándole nuestras necesidades.

Cristo nos invita hoy a pedir y está claro que esto es algo de lo que mejor solemos hacer.

A la hora de pedir no deberíamos olvidar que "pedir" significa rogar y no exigir.

Por lo general no sabemos pedir... más bien lo que hacemos es exigir ya que así lo demuestra nuestros enfados cuando no se nos concede lo que hemos pedido.

El que pide no se enfada pues sabe que está suplicando algo a lo que no tiene derecho ya que los favores se suplican, no se reclaman.

Es verdad que hemos de tener la humildad de pedir, pero no tener el egoísmo de sólo pedir...

Nuestra manera de rezar la hemos de llevar a cabo dando seis pasos:

- Jesús... te quiero (eres el primero en mi corazón).

- Señor... te adoro (eres el primero en mi vida).

- Señor... te doy gracias (sobre todo por tu misericordia).

- Señor... te pido perdón ( por mis equivocaciones).

- Señor... te pido ayuda (sobre todo para ser santo yo y los míos).

- Señor... me ofrezco a ti (ya que no puedo acudir sólo a Él para pedir... me he de ofrecer...).


CONTANDO CONTIGO... CUENTA CONMIGO

Jesús nos diría hoy... "Decid: Padre, que seas amado como mereces, que te sintamos cerca, que sepas que nuestro nombre es parte del tuyo, que tu Reino del cielo ilumine nuestra tierra, reparte entre todos el PAN que necesitamos, perdónanos aunque no sepamos perdonar, y por grande que sea nuestro mal no permitas que vivamos en oscuridad."

Domingo 16 del T.O. - C

El ejemplo de estas dos mujeres nos enseña cuál es el camino que hemos de emprender para ser buenos cristianos... (la escucha de Dios y la práctica de aquello que Dios me dice).

La lección que le da Jesús a Marta es la misma que nos da a nosotros:

¿Quién de nosotros no está siempre corriendo, estresado, angustiado... No nos bastan las horas del día... Intentamos hacer tantas cosas que caemos en un grave peligro:

Pasar de la actividad al activismo, a la ansiedad... eso nos genera estrés y provoca que la actividad llegue a ser una carga que ponemos sobre los demás... sin culpa...

El domingo pasado "El Buen Samaritano" nos proponía la actitud de servicio a los demás que ha de nacer del amor desinteresado y generoso al que me necesita...

Hoy se nos presenta la clave que equilibra nuestra vida cristiana, o como decía San Benito: ORA ET LABORA

Por amor rezarás y por amor trabajarás... Rezando, trabajaremos con paz interior y así nuestros nervios no estropearán el fruto de nuestro trabajo.

Hoy Jesús nos enseña que un cristiano que no sirve, no sirve para nada, pero un cristiano que no reza... ¿de dónde saca la fuerza para servir?...

Pidamos hoy al Señor vivir siempre con ese "equilibrio" que nos ha de caracterizar (ni mucho de uno, ni poco de otros...) todo en su justa medida y siguiendo el orden de prioridad de Jesús...
Reza y tendrás la fuerza necesaria para trabajar...

Domingo 15 del T.O. -C

Si algo caracterizó a Jesús fue el hecho de ser "MAESTRO" y un buen maestro no sólo enseña la teoría de la materia concreta en la que se especializa sino que lo intenta transmitir sobre todo con el ejemplo...

Aquel hombre entendido en leyes le hace una pregunta razonable, pero una pregunta que en el fondo condiciona su amor, intentando saber a quién tiene que excluir...

Y Jesús con aquella historia del Buen Samaritano invierte la pregunta y le hace ver que lo importante no es saber quién es mi prójimo, sino cómo tengo que ser yo prójimo para los demás... ¿De quién soy yo prójimo? (en vez de ¿Quién es mi prójimo?)

Jesús hoy nos enseña que el AMOR no puede ser sustituido ni siquiera por la oración y los sacramentos... Que se ama a Dios cuando se reza, cuando se comulga, cuando se confiesa uno, pero sin olvidar la expresión más grande de amor a Dios que es Amar al prójimo.

Decía Madre Teresa:

"Una de las grandes enfermedades es no ser nadie para nadie".

Aquel Buen Samaritano entendió que aquel hombre caído en el camino era alguien, era su prójimo... y nos enseña a dar sus 4 pasos:

1 VER: porque es el primer paso que hemos de dar para amar. Ver la necesidad, la carencia.

2 CONMOVERSE: (se conmueve), le mueve su dolor, le duele su sufrimiento, le da pena su dolor. Sólo el que se conmueve y se compadece se sabe poner en el lugar de los demás, haciendo propio su dolor...

3 ACERCARSE: (se acercó), porque el hecho de acercarme lleva consigo que me importa... Sin olvidar que un amor lejano es ineficaz.

4 ACTUAR :(y actúa), se encarga de cuidarle, es un amor personalizado, no traslada a otros la tarea de servir, no hay intermediarios ni medias acciones, lo hace personalmente... (se pringa).

"HAZ TÚ LO MISMO", no olvidemos que Jesús nos envía a hacer, no a acumular teorías...

Él nos dice : Ahora te toca a ti...

Domingo 14 del T.O. -C

Desde luego que el Señor no lo ponía nada fácil: "No llevéis nada para el camino"... En el fondo el Señor nos está diciendo: " Sé tú mismo", " aligérate de equipaje, si no será imposible caminar...", "tómate a ti mismo para el camino, tú eres lo más importante".

Pero vayamos por partes:

1- Ningún bastón ( un bastón es algo que me da seguridad en la debilidad). Hay quien necesita las "muletas" del prestigio, de los ´títulos, de los puestos para apoyarse en ellas y así les va... No se dan cuenta de que esas muletas les aleja de la gente...

2- Ni alforja, ni pan. Jesús queria hacer entender que a cada día le basta su afan.
Dejar a un lado la preocupación obsesiva por el mañana y por el pasado mañana.
El trabajo, la honradez y la confianza me traerá por ellos mismos el pan del mañana.

3- Ni sandalias (como la gente sencilla), y es que no podemos pretender hablar de Jesús a la gente estando lejos de su manera y estilo de vida.

4- Ni dinero (porque es la cadena invisible más fuerte que nos ata... ya que se puede ocultar y aparentar ser pobre). No tomar dinero supone una confianza en la providencia.

5- Ni llevéis dos túnicas ( y es que Jesús no pretendía que no nos cambiásemos, lo que pretendía es que no acumuláramos compulsiva y egoístamente, porque a la segunda camisa le sigue la segunda chaqueta, el segundo traje... que me distingue de los demás.

El Señor hoy nos enseña que para hablar de Él hay que comenzar viviendo como Él.

Que hemos de ser conscientes de que sólo la confianza, el amor y el buen ejemplo nuestro acercarán a la gente a Dios.

Y todo esto vivido y transmitido con ilusión y entusiasmo...

Domingo 13 del T.O. -C

El evangelio de este domingo nos muestra de una manera esquemática nuestra vida cristiana: un camino, un seguimiento y una exigencia de vida...

+ Un camino, a veces de subida y otras de bajada...

+ Y no un camino cualquiera, sino uno de seguimiento, sabiéndose siempre acompañados por Aquél a quien seguimos... Cristo.

+ Y tres exigencias por parte de Jesús:

- La de abandonar toda seguridad, que no consiste en renunciar a todos los bienes sino más bien no aferrarnos con tanta fuerza a los bienes materiales y entregarle la vida a Él por encima de todo.

- Subordinarlo todo al anuncio del Reino. Jesús no prohibe enterrar a los muertos, es decir, lo que no quiere es que le demos tanta importancia a esos que están muertos dentro de nosotros y no hacen más que "aprisionarnos": valores mundanos, modas, prácticas religiosas sin compromiso, normas, leyes, temores, miedos infundados...

- Y, por último, no echarse jamás atrás.

Y es que no se puede seguir a Jesús permaneciendo constantemente en el pasado o viviendo al mismo tiempo dos vidas simultáneas...

"Tomar el arado" significa decidirse por Jesús de una forma total y definitiva.

ENSEÑANZAS:

.- Es bueno tener "dónde reclinar la cabeza"

.- Es una obra de misericordia "enterrar a los muertos"... Sí

.- Es muy humano "despedirse de la familia" Sí

Todo ello es bueno, pero lo que no vale es convertirlo en excusa para no seguir a Jesucristo cuando Él quiera, como Él quiera y donde Él quiera...

El Señor hoy nos pide que confiemos ilimitadamente en Él y que estemos dispuestos a dejarnos transformar por Él...

Domingo 11 del T.O.- C


Si tuviéramos que "retratar" de alguna manera la imagen de Dios, sin duda el texto que acabamos de escuchar nos serviría de guía... "Vete en Paz... estás perdonada...".


Sería de las pocas veces, por no decir la única vez, que aquella mujer se sintió realmente querida y valorada...

Aquella mujer sintiéndose pecadora se sintió querida y fue lo que la llevó al arrepentimiento y a la búsqueda del Señor...

Y es que si algo nos enseña aquella mujer es que, en nuestra vida se trata de AMAR para ser perdonado...

Se trata de no pecar, por supuesto, pero también de tener las manos llenas de obras buenas y el corazón rebosante de gratitud hacia alguien, quien sin merecerlo nos quiere, nos perdona y no nos abandona...

Jesús, por tanto, hoy nos enseña:

1- Que hemos de reconocernos pecadores.

2- Que Dios lo es, manifestado en Jesús que perdona, libera y da otra oportunidad.

3- Que no nos liberamos del pecado por nuestro propio esfuerzo (fariseo) sino aceptando el perdón y el amor gratuito de Dios (mujer pecadora).

4- Que quien se siente pecador y perdonado responde con Amor y sólo a quien más se le perdona... más se le ama...

17 febrero 2010

Hoy es Miércoles de ceniza... no lo olvides...

Empiezas el tiempo cuaresmal con un rito quizás demasiado tradicional, pero que tiene en su oración algunas sugerencias preciosas. Estas pueden ayudarte en tu oración. Léelas despacio y disfruta de la oración.
“Oh Dios, que te inclinas ante el que se humilla”. Efectivamente, Dios tiene que estar siempre inclinándose ante ti, que eres tan pequeño. Y cuanto más pequeño te sientes, más se inclina Él. Es una actitud muy característica de Dios, que está siempre dispuesto a levantarte del polvo y de la miseria. Es la actitud que mejor define a la misericordia, como la madre que se inclina sobre su hijo pequeño para levantarlo. Por tanto, cae en la cuenta de que es lo que Dios está haciendo constantemente contigo. Por eso Dios es misericordioso. No te imagines a Dios alejado, distante, caminando erguido y pisando fuerte. Dios camina siempre inclinado para escucharte y atenderte.
“Y encuentras agrado en quien expía sus pecados”. Es precioso escuchar que Dios encuentra agrado. Este mirar con agrado es otra consecuencia que se deriva de su misericordia. El que ama, mira con ojos complacientes, pone gracia y alegría en la mirada, irradia simpatía. El que ama mira siempre con agrado y benevolencia. El que ama encuentra agrado en el objeto de su amor; nada le agrada tanto como el contemplarlo y sentirse cerca de él. Por tanto, no te mira Dios graciosamente porque te conviertes; es su mirada amorosa la que te hace convertirte.
“Escucha nuestras súplicas”. Dios te escucha siempre, no hace falta que se lo repitas. Dios es el que ve, el que siente, el que escucha. Escucha sobre todo el clamor de los pobres y el gemido de los oprimidos. Su oración traspasa las nubes. Escucha la oración que Él mismo inspira. Porque tú y todos, no sabemos rezar. Son oraciones a veces tontas, que parece como que Dios tiene que taparse los oídos. Pero cuando el Espíritu grita en ti su oración alcanza infaliblemente a Dios.
“Derrama la gracia de tu bendición”. La verdad es que Dios no hace otra cosa que bendecir y derramar su gracia sin medida. Te bendice con toda clase de bienes. Te bendice con su Hijo que es pura bendición…
Para “llegar con el corazón limpio”. Es una bienaventuranza; Jesús prefiere el corazón limpio a las manos limpias. Si tienes limpio el corazón podrás llegar a ver a Dios, porque su mirada también será limpia. Ya sabes que sólo se ve bien con el corazón. Para un corazón limpio Dios se hace transparente en cada persona, en cada cosa, en cada acontecimiento.
¿Y en qué consiste la limpieza de corazón? Es una exigencia radical que te quita toda impureza, todo egoísmo, todo pecado. Un corazón limpio es un corazón libre, un corazón humilde, un corazón desinteresado. Y es un corazón tierno, sensible, compasivo, misericordioso. Date cuenta: al final de la Cuaresma, puedes llegar a tener un corazón tierno. ¿Lo deseas?
ENTRA EN TU INTERIOR
Pon atención a tus mensajes, a tus palabras y a tus opiniones. Es posible que en la vida tengas unas cuantas ideas claras y bien fundamentadas.
Sé consciente en estos días, si con tus acciones y con tu forma de actuar, estás afirmando lo mismo.
SI YO FUERA LIMPIO DE CORAZÓN, ENTENDERÍA…
Que todos somos obra de Dios y llevamos algo de bueno en el corazón.
Que a todos hay que darles otra oportunidad.
Que todos somos dignos de amor, justicia y perdón.
Que todos somos dignos de compasión y respeto.
Que todas las criaturas son mis hermanas.
Que la creación es obra maravillosa de Dios.
Que no hay razón para levantar barreras, cerrar fronteras.
Que no hay razón para ninguna discriminación.
Que no hay razón para el fanatismo y para no dialogar con alguien.
Que no hay razón para maldecir, juzgar y condenar a nadie.
Que no hay razón para el racismo.
Que todos los ancianos tienen un caudal de sabiduría, y los jóvenes, de ideales.
Que los adolescentes tienen un caudal de planes, y los niños, de amor.
Que las mujeres tienen un caudal de fortaleza, y los enfermos, de paciencia.
Que los pobres tienen un caudal de riqueza, y los discapacitados, de capacidades.
Que hay razón para tender puentes, trabajar por la paz, amar y defender la creación.
Que hay razón para ser hermanos y seguir siendo amigos.
Que hay razón para sonreír a todos.
Que hay razón para intentar de nuevo hacerlo todo mejor.
ORACIÓN FINAL
Señor, dame la valentía de arriesgar la vida por ti, el gozo desbordante de gastarme en tu servicio. Dame, Señor, entrega para “dar la vida” desde la vida, la de cada día.
Señor, haznos constructores de tu vida, propagadores de tu reino, ayúdanos a poner la tienda en medio de los hombres y mujeres para llevar el tesoro de tu amor que salva.
Haznos, Señor, dóciles a tu Espíritu para ser conducidos a dar la vida desde la cruz, desde la vida que brota cuando el grano muere en el surco.
Amén.

Cuaresma 2010: Mándame

Mándame

Seguramente que muchos de nosotros, después de apagar por la mañana el ruido molesto del despertador, comenzamos el día con una mirada al crucifijo que preside desde la pared nuestra habitación. Es un modo de decir: Buenos días, Señor. A continuación es posible que le demos gracias por seguir viviendo y le pidamos ayuda, por lo menos para seguir tirando.

Indudablemente, Dios agradece nuestro rezo, pero echa de menos ese ofrecimiento generoso a seguirle, a ponernos a su servicio para lo que guste. Fue lo que hizo el profeta cuando oyó que Dios hablaba solo pero esperaba que alguien se diera por aludido: “Entonces escuche la voz del Señor, que decía: ¿A quién mandaré? ¿Quién irá por mí? Contesté: Aquí estoy, mándame”.

A partir de ese momento, del instante en que nos ponemos a servir al Señor con generosidad, nos volvemos transparentes. No importa dónde vivamos ni qué oficio desempeñemos. Como decía aquella maravillosa mujer, Adela Kam: “Cada cual debe florecer donde Dios lo plantó”. Y desde ese lugar irradiaremos luz.

Juan Pablo II se lo ha dicho en más de una ocasión a los jóvenes: “Andáis buscando ídolos, pero lo que necesitáis son modelos”.

Modelos, Esas personas santas que, hasta sin darse cuenta, nos aproximan a Dios. Era lo que comentaban aquellos habitantes de Ginebra, de donde era obispo San Francisco de Sales, el santo más divinamente humano y más humanamente divino que por lo visto ha existido: “Qué bueno debe ser Dios, cuando Francisco es tan bueno”.

Da lo mismo que hasta ahora hayamos dejado mucho que desear. Lo importante es que surja cuanto antes en nosotros la conversión. Porque cuando Dios perdona, no es que se limpie lo que estaba manchado, es que crea un corazón nuevo.

Es precisamente en este tiempo de Cuaresma cuando la liturgia pone en nuestros labios una oración que nos revela la ternura insondable del corazón divino: Oh Dios, que amas la inocencia y la devuelves al que la ha perdido…

Aquel día que el apóstol Pedro sintió toda la vergüenza de su incredulidad, rogó a Jesús que se ausentase de su presencia: “Apártate de mí, Señor que soy un hombre pecador”. Pero Jesús le redobló la confianza: “Desde hoy serás pescador de hombres”.

Está bien esa oración nuestra de cada mañana, cuando acabamos de despertar. Pero aún está mejor que nos ofrezcamos para servirle donde guste. La geografía no puede ser más extensa: “Id por todo el mundo y proclamad el Evangelio”.

¿Te refieres a mí, Señor? Aquí estoy, mándame.

Cuaresma, tiempo de vivir el perdón

Este tiempo fuerte de la Iglesia, como es la Cuaresma, lo es de conversión, de “vuelta a casa”.
Al ponernos en camino y divisar el terreno conocido, nos ha sobrepasado el acercamiento del Padre para acogernos. Y en nosotros ha nacido esa sed de Dios que nuestra oración nos ha llevado a saborear, haciendo nacer en nuestro corazón unos sentimientos que, sin proponérnoslo nos han hecho caer en la cuenta de que tienen un nombre muy definido: Perdón.

“Quien quiera que seas, tú que juzgas; no puedes excusarte, pues en lo mismo en que juzgas a otro, a ti mismo te condenas, ya que eso mismo que condenas es lo que haces tú.” (Rom. 2, 1-2).

NUESTRO PERDÓN

Vivir la vida en solitario es muy difícil. Tú no puedes prescindir de nadie, como nadie puede prescindir de ti.

Dios, que lo sabía muy bien, quiso venir a vivir en relación para enseñarnos la importancia de la familia, los amigos, la comunidad…

Pero vivir en relación no es fácil; unas veces sin darnos cuenta y otras queriéndolo hacer bien, nos faltamos al respeto. Nos dañamos, nos herimos y … aunque con frecuencia procuramos sanar esas heridas, la mayoría de las veces las guardamos, las acumulamos y, en algunos casos, llegan a hacer nuestra convivencia imposible. Es aquí donde tiene que aparecer la gracia del perdón.

Y así es. Un día en el que notas dentro de ti algo que no puedes explicar con palabras, o te encuentras en el camino con alguien que te habla de manera distinta a la de costumbre, o ves un testimonio que se escapa de tu rutina; tomas la decisión de sanar esas críticas, esos reproches, esos rechazos… y quieres entrar en el camino de la salvación, empezando a reconocer que has dañado a alguien y decides arrodillarte para pedir perdón.

A tu corazón ha llegado la gracia del perdón; una gracia que no seremos nunca capaces de agradecer debidamente, porque pedir perdón es reconocer los propios fallos, admitiendo que el amor de los demás está por encima de ellos.

“Tirado en los soportales había un hombre que llevaba treinta y ocho años inválido. Viéndolo Jesús, le preguntó: ¿Quieres curarte? El inválido le contesto: Señor no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua. Jesús le dijo: Levántate, carga con tu camilla y anda. Al instante quedó sano y echó a andar. (Juan 5, 2-9).

La moneda del perdón tiene dos caras:
® Perdonar.
® Pedir Perdón.

Sin embargo ¡qué difícil resulta ponerlo en práctica! Es verdad que cuesta, pero merece la pena intentarlo. Por eso te pido que seas valiente y trates de llevarlo a la práctica. Ama más allá de la herida que te hayan hecho. Decide amar por encima del dolor recibido, te sorprenderá el sosiego y la paz que empiezan a inundar tu corazón.

Vivir el perdón está por encima de dar y recibir. Está por encima de la simple disculpa, del “lo siento”. Es un largo proceso necesario para que la herida cicatrice. Es un don recibido del Se4ñor que tiene una doble finalidad: curarme yo y curar a los demás. Pero para poder curar las heridas de los demás tendré que reconocer en primer lugar que los he herido, tendré que escuchar sus sufrimientos, tendré que arrodillarme a pedirles perdón y, sobre todo, tendré que abrirme a su confianza y su acogida.

Seré capaz de sanar a los demás cuando haya sido yo capaz de curarme a mí mismo, y para ello tendré que dejar que limpien mi herida, tendré que acoger el perdón que se me ofrece y tendré que abrirme a la confianza de los que me rodean.

Puede llegar, también ese momento en el que crea que alguien debe pedirme perdón y no lo ha hecho; entonces recordaré que la persona humana es muy limitada y yo nunca podré entrar en la intimidad del otro para ver cuál es el motivo que lo lleva a ese comportamiento.

Sin embargo me doy cuenta, algunas veces, de que todo esto queda lejano parta mi. Me parece bonito el planteamiento, pero ¿soy capaz de pedir perdón por esa herida que hice? ¿por qué me cuesta tanto pedir perdón y perdonar? ¿Tengo heridas cerradas en falso? ¿Qué veo en los otros que me ayuda a pedir perdón? ¿Qué ven ellos en mí, cuando no son capaces de pedírmelo?

Con estas y otras preguntas que te surjan ponte en oración delante del Señor. Silénciate. Recuerda esa ocasión en que fuiste capaz de pedir perdón a esa persona concreta, Recuerda ese momento en que pediste perdón a Dios acercándote al sacramento de la reconciliación. Observa si alguna vez has sido capaz de sanarte esa herida. Entra dentro de ti y mira si todavía hay heridas sin curar. Ahora déjate inundar por la gracia y comprobarás que si tu perdón adquiere eta dimensión, el perdón de Dios es infinito.

“Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo: deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido, estaba perdido y lo hemos encontrado. (Lc. 15, 31-33).

EL PERDÓN DE DIOS

No podrás acercarte al Señor sin que su misericordia te traspase más allá de lo que podías esperar.

Jesús no niega la gravedad del pecado, pero no cesa de acercarse al pecador para regalarle su confianza, su acogida, su perdón. El pasado no cuenta. Lo que cuenta es el renacer, el “de ahora en adelante”.

Y es curioso que enseñándonos Jesús ese camino nuevo, esa nueva ruta que lleva a la misericordia, todavía sigamos nosotros siendo como los acusadores de la mujer adúltera, lanzadores de piedras.

Entrar en el perdón que Cristo te ofrece supone siempre dejar algo de lo que estás impregnado. Quizá haya que dejar el creernos justos, la arrogancia, la presunción; dejar de ser meros cumplidores, creyéndonos mejores que los demás.

Porque solamente es posible acercarse a la novedad del perdón cuando tus manos están vacías, pobres, disponibles… Mas, si por el contrario, están llenas de piedras, esas mismas piedras oscurecerán todas las posibilidades de ver las actitudes de los demás con nitidez. Porque para perdonar hay que vivir en la luz, hay que ver con claridad; ya que uno está limpio, no cuando denuncia una culpa, sino cuando consigue mirar al culpable con respeto y caridad.

“Se incorporó y les dijo: el que esté sin pecado que tire la primera piedra. Ellos al oírlo se fueron escabullendo, empezando por los más viejos.” (Juan 8, 7-10).

Jesús, cuando perdona, tiene dos actitudes: primero el silencio, Él calla. “No he venido a juzgar al mundo…” nos dirá en el evangelio. Por eso huye de ese debate que tanto nos gusta a los que nos queremos justificar. Jesús calla porque con su silencio nos grita que sus leyes son distintas a las nuestras, ya que su ley se basa solamente en la misericordia. Y sigue callado hasta conseguir que esa misericordia se grave en ese corazón de carne que cada hombre llevamos dentro. Él sabe muy bien que la misericordia es fecunda, crea, hace vivir…

Y, después del silencio, una mirada de bondad. Una mirada nueva, distinta a la nuestra; una mirada capaz de ver todo lo que se esconde bajo la costra de cada persona; de observar sus errores, sus defectos, sus infamias… Jesús con esa mirada quiere llegar hasta el santuario de cada persona donde anida el deseo de abrirse a la gracia para encontrarse con Dios.

Y ahora sí: llegan las palabras esperadas, las palabras que inundan el corazón, las palabras que te devuelven a la vida: ¿Nadie te ha condenado? Pues yo tampoco. ¡Estás perdonado!, vete y NO PEQUES MÁS.

24 enero 2010

Domingo 5º de Cuaresma - C -


El Señor hoy nos invita a mirar hacia dentro y no quedarnos en las apariencias... sólo así nos convenceremos de que nadie puede comenzar el apedreo y que siempre hay otra salida...: LA MISERICORDIA

Jesús podía haber elegido la aplicación de la Ley, que condenaba, pero eligió, y elige siempre, la Misericorida que perdona...


"Anda y no peques más..."

+ Con frecuencia perdonamos pero nos queda cierta desconfianza... ¿ y si lo vuelve a hacer? ¿ Cómo me puedo fiar de que no lo repita...? "Una y no más..." decimos...

+ Y los hay hasta que no se perdonan ni a ellos mismos: "Yo no tengo remedio..." "Soy un desastre..."

No sólo apedreamos al otro sino también a nosotros...

Lo que Jesús nos enseña es que nunca cierra el crédito de su amistad, cariño, comprensión y misericordia...

Aprendemos hoy 3 cosas:

1- La actitud de respeto de Jesús hacia aquella mujer, no la avergüenza ni le reprocha su comportamiento. Ve en ella una persona humillada, débil, despreciada.

2- La actitud de amor y misericordia hacia ella... que llegó hasta el Perdón de corazón.

3- La actitud de comprensión de Jesús hacia ella... ¿Nadie te condena...? Yo tampoco...

Pidamos hoy a Jesús tener las mismas actitudes con los demás que tuvo Él:

RESPETO - MISERICORDIA - COMPRENSIÓN

Y no olvidemos que Él no condena al Pecador ... pero sí el Pecado...

Domingo 4º de Cuaresma - C -


Las lecturas de este 4º Domingo de Cuaresma nos hablan de cambio, de vuelta, de reconciliación...

La 1ª lectura nos recuerda el cambio que experimentan los judíos después de 40 años de peregrinación en busca de la Tierra prometida.


El Evangelio nos habla de ese cambio que supo entender, vivir y experimentar aquel joven muchacho de la parábola. Una historia con la que nos podemos identificar cada uno de nosotros...

Aparecen 3 personajes:

1- EL PADRE, el personaje más importante... Un padre que acepta y respeta la decisión del hijo, aunque le duele. Es un padre que nunca deja de amar y esperar... Que se Conmueve, que Abraza, Perdona y Olvida... Que olvida el pasado, porque lo único que le importa es el FUTURO...

Un buen retrato de Dios...

2- EL HIJO PEQUEÑO, un inexperto en la vida que se lanza a la aventura, que quiere probar de todo y que nada lo llena definitivamente. Experimenta la Necesidad, la Soledad y el Vacío... Lo bueno que tienes es que reflexiona, se arrepiente y vuelve.

3- EL HERMANO MAYOR, que representa a todos aquellos que cumplen la ley, pero que no aman... Viven cerca de Dios y lo saben todo de Él pero no tienen sus cualidades... Padecía una enfermedad que "corroe" por dentro: la Envídia.

La enseñanza de Jesús es clara: si sabemos reconocer nuestras equivocaciones, si creemos en el amor entrañable de Dios Padre y si emprendemos el camino de vuelta a Él... experimentaremos el Abrazo que Él está deseando darnos y que hará de nuestra vida una vida Feliz...

Domingo 3º de Cuaresma - C -

Seguimos recorriendo el camino de la cuaresma, y si recordamos:

* El primer Domingo, Jesús nos avisaba de las tentaciones que nos rodean y nos animaba a no caer en ellas.


* Para ello el segundo Domingo nos ofrecía una manera para llevarlo a cabo... la oración, en todo momento, pero especialmente en los más decisivos de nuestra vida...

* Hoy tercer Domingo nos invita a mirar nuestra vida, lo que nos rodea, y a nosotros mismos y nos invita a la Conversión...
Vivimos en un mundo donde se da una importancia desmedida a la apariencia externa, a la imagen, queremos estar rodeados de buen gusto, y eso no es malo, pero no es suficiente...

La Belleza la hemos de buscar en el interior, y la hemos de ejercitar desde el interior...

Cristo no está en contra de la belleza, está en contra de vivir vacíos... y no hay nada más inútil que una vida vacía, sin ánimo y sin fruto...

Cristo nos quiere hacer entender hoy que cada uno de nosotros tiene grandes posibilidades, que todos podemos y debemos dar fruto bueno y abundante de amor, generosidad, solidaridad, justicia, paz...

Y nos pide, no sólo que estemos convencidos, sino algo más..., que estemos convertidos.

Tenemos algo de nuestra parte, y es la Paciencia de Dios, que sabe esperar, que sabe darnos una nueva oportunidad para comenzar a cambiar nuestro corazón egoísta, orgulloso y ambicioso...

La vida se nos ha dado para buscar a Dios, la muerte para encontrarlo, y la eternidad para poseerlo (San Alberto Hurtado).

No defraudemos nunca a Dios, ya que Él nunca lo hace...

Domingo 2º de Cuaresma - C -


Seguimos nuestro camino cuaresmal, ya en su segunda etapa... y si el domingo pasado nos identificábamos con Jesús en sus tentaciones, hoy intentamos subir con Jesús a la montaña para orar y descubrir la profundidad del compromiso al que Él nos llama...


Jesús sabía en todo momento lo que le iba a ocurrir y como era su costumbre quiso prepararse de la única manera, de la mejor manera... REZANDO. Fue en la oración donde Jesús encontró siempre la fuerza para afrontar las dificultades, la luz para iluminar la tiniebla, el empuje que hizo que no se anclara a su voluntad, sino a la del Padre...


El Señor, a través de aquel episodio, nos quiere hacer entender que la oración nos fortalece y nos prepara para la lucha de la vida, que la oración nos pone delante de la propia realidad y nos limpia de vanidad y soberbia... , que la oración nos permite encajar mejor los golpes que nos dan los demás...


Para Jesús, la Oración no era una obligación, sino una necesidad... Y solemos tener necesidad de aquello que amamos y nos viene bien...


Solemos aceptar que ser cristiano significa llevar a cabo una moral y actuar de una manera concreta ( virtiudes, sacrificios...), pero solemos olvidar que todo eso no se puede sostener sin La Oración frecuente y constante... Necesitamos la oración para mantener la fe, la ilusión, la esperanza... pero sobre todo para encontrarnos y saber cuál es la Voluntad de Dios sobre nosotros... Sólo así, nuestra vida se "transfigurará ", se "transformará", se "glorificará"... a pesar de las dificultades...


Domingo 1º de Cuaresma -C-


Solemos decir que Cristo fue en todo semejante a nosotros menos en el pecado... y hoy más que nunca podemos entender la vida de Jesús vista a través de las dificultades que tuvo.

Y Jesús, al igual que nosotros, fue tentado reiteradamente durante su vida... (40 días)


Del episodio de las tentaciones, nosotros podemos sacar algunas consecuencias... y ver lo mucho que nos une a Jesús:

1- Que nadie, por muy santo y bueno que sea, se verá libre de la tentación (dudas, desesperanzas, desánimos, soberbia, vanidad...) es inevitable sentirlas...

2- Que tener tentaciones no es malo, porque pertenece a nuestra condición humana... Lo malo no es sentir... sino consentir...

3- Que la tentación, incluso puede ser algo bueno, ya que nos hace más humildes, más comprensivos con los demás y nos hace confiar más en Dios y menos en nosotros mismos... (De los problemas y dificultades aprendemos ...).


4- Que la tentación puede ser superada y vencida, sencillamente siguiendo el ejemplo de Jesús que supo confiar en Dios, ponerse en sus manos y tener fuerza de voluntad.

Cuando caemos en la tentación nos alejamos de los planes de Dios para nosotros... No olvidemos que tenemos una serie de ayudas que nos permiten fortalecernos y volver al estado de gracia... La Confesión, La Oración, La Eucaristía, El Ejercicio de la Caridad, El Desprendimiento, El Orden en la Vida, La Fuerza de Voluntad, El Propósito Firme de Cambiar... todo eso y una constante petición "No nos dejes caer en la tentación" nos librará de la caída.

Miercoles de Ceniza


Con la celebración de hoy damos comienzo oficial a uno de los tiempos litúrgicos más enraizados en la piedad popular cristiana...


Hoy se nos invita a quitar de nosotros el "disfraz" que impide vernos tal y como somos, sin nada que "distorsione" nuestro ser... Y es que buscamos ser vistos por los otros, no como somos de verdad, sino como quisiéramos ser, cubiertos por máscaras falsas que representan lo que queremos que los otros vean en nosotros.


La Cuaresma que comenzamos nos invita a no olvidarnos que no somos una de las 7 maravillas del mundo sino criaturas limitadas y necesitadas de Dios... de ahí el simbolo de la ceniza que nos llama a poner el fundamento de nuestra vida, no en el " maquillaje postizo" que desfigura nuestro rostro, no en las falsas voces de nuestro mundo que nos hablan de una felicidad pasajera y vacía, sino en Dios que se nos acerca y nos dice "Con misericordia entrañable... te amo..."


Hoy se nos invita a romper de una vez nuestras "máscaras", a dejar que el Señor nos cambie, nos transforme por dentro, a dejar nacer en nosotros un corazón noble, sencillo y pobre... Y esto se logra llevando a cabo las tres "C".


+ CAMBIA: AUSTERIDAD/AYUNO


Porque necesitamos cambiar por dentro, al igual que cambiamos por fuera... ¡Cuánto nos gusta cambiar por fuera..., pero ¿ y por dentro?. La austeridad me hace solidario, generoso y no esclavo de nada.


+ CONFÍA: ORACIÓN/PIEDAD


La oración entendida como vida del alma y como algo necesario para crecer en la Fe y en el conocimiento de Dios. Y llevada a cabo mediante la escucha.


+ COMPARTE: CARIDAD/ LIMOSNA.


Porque si queremos caminar hacia Cristo, y eso pretendemos, no debemos olvidar caminar hacia el hermano. Nadie "puede ser feliz a solas," nadie puede ser cristiano "a solas". Cristiano es el que abre la mano para compartir, el que tiende su mano para ayudar, y el que ofrece su mano para servir...

Domingo 8º T. O. - C -

Acabamos con esta celebración la primera parte del llamado Tiempo Ordinario, ya que el próximo miércoles comenzaremos la Cuaresma.

Por tanto, toda la liturgfia de hoy nos invita a cerrar un periodo, una etapa del año litúrgico, durante la cual hemos ido siguiendo los inicios del ministerio de Jesús.

El cual se dirige hoy a los que le escuchaban con palabras directas y contundentes:

¡Hipócrita! Sácate primero la viga que llevas en tu ojo".

Aludiendo a que muchas veces observamos lo que de negativo hay en el otro sin darnos cuenta que nosotros quizás somos peores...

Es curioso comprobar (haced la prueba) que cuando uno acusa a otro señalándolo con el dedo índice ( como una pistola ), hay otros tres dedos que al mismo tiempo apuntan hacia atrás.

- El dedo índice señala la mota que descubro en el ojo de mi hermano.

- Los otros tres dedos (el medio, el anular y el meñique) no olvidan la viga que llevo en mi ojo.

- Mientras tanto el pulgar parece indicar que entre el otro y yo está Dios, Aquél a quien no podemos engañar nunca.

Uno puede decir: " Voy a criticar al otro, voy a despistar, voy a engañar, voy a esconder mis actos... " pero Dios conoce nuestro corazón profundamente.

Y es que, no vale aparecer como bueno, si no lo soy, ni como generoso si soy un egoísta...

Tenemos que trabajar para que nuestro corazón sea bueno, generoso y fraternal.

El corazón suele ser como una esponja.

- A la esponja si se la tiene siempre en agua, es suave y está siempre llena y fresca.

- Si se la olvida uno en un rincón, se seca y ya no sirve para limpiar, no hace más que rascar...

Así le pasa también al corazón:

* Cuando lo empleamos para amar, servir, ayudar, perdonar... el corazón es bueno, está limpio y es sincero...

* Cuando no se le emplea más que para el "Yo" egoísta, entonces se seca, se hace duro, se inutiliza...

Que nuestro corazón sea siempre una esponja que se empape de todo lo bueno y que sepamos ver antes nuestros defectos para así poder ayudar a los demás como Dios quiere...

Que así sea.

Domingo 7º del T.O. - C-

Desde luego que Jesús lo pudo decir de otra manera, pero no más claro...

Hoy Jesús trata de enseñarnos que nuestra vida no puede ser igual que la de todo el mundo, Él vino a mostrarnos un camino nuevo... y a todos, que nos gusta la novedad, se dirige hoy Jesús...

+ lo nuevo no es responder con violencia al que te da una bofetada.
+ lo nuevo no es responder con odio, al que te calumnia.

+ lo nuevo no es vivir cómodamente sin preocuparse por nada o por nadie...

El Señor nos da hoy las claves de cómo hemos de actuar, precisamente nos ofrece un resumen del mensaje moral de Cristo: "AMAD... HACED EL BIEN... REZAD..."

En definitiva ... "Tratad a los demás como queréis que ellos os traten..."

Por un lado, Jesús nos dice que hemos de ser radicales: "poner la otra mejilla, dar sin esperar nada a cambio" "No quedarnos sólo en rechazar el odio y la venganza, sino en devolver bien por mal."

Y a la vez comprensivos y misericordiosos , poniéndonos siempre en el lugar del otro enseñándole con nuestro ejemplo a amar en vez de odiar...

Y sencillamente porque eso es lo que hace Él con nosotros... Intentemos hacer las cosas, al menos, por agradecimiento al Señor, con el cual tenemos una deuda infinita y no olvidemos que no somos perfectos y que también a nosotros nos tienen que soportar, perdonar, consolar y ayudar...

"La medida que usemos con los demás, la usarán con nosotros... no lo olvidemos" y demos gracias a Jesús por sus buenos consejos y mejor ejemplo...