21 diciembre 2011

Vive sencillamente para que otros, sencillamente, puedan vivir.

Querido amig@ cibernauta... “Vive sencillamente para que otros, sencillamente, puedan vivir” es la propuesta que Cáritas lanza a la sociedad para este tiempo de Adviento y Navidad, dentro de la nueva Campaña Institucional de sensibilización 2011-12 que tiene como eje principal la propuesta de caminar juntos hacia un nuevo modelo social más humano, evangélico y justo. Se trata de una invitación a construir una sociedad nueva basada en la humanidad como una gran familia que se interpela y se cuestiona sobre la realidad de pobreza e injusticia que predomina en el mundo.
Otra forma de consumir y de utilizar los recursos naturales
“Estamos invitados a vivir este tiempo de Navidad como una oportunidad para cuestionarnos sobre nuestras elecciones personales y colectivas cotidianas en relación con el consumo, la sostenibilidad y la utilización de los recursos”. “Debemos tener presente el efecto de nuestras opciones tiene consecuencias directas sobre el planeta y el resto de personas que habitamos en el mundo, en nuestras ciudades y pueblos”, añade.
Con esta nueva etapa de la campaña institucional, Cáritas propone realizar una profunda reflexión sobre la urgente necesidad de configurar un nuevo modelo de desarrollo y una nueva economía que ponga como centro el bien del ser humano y respete el medio ambiente, promoviendo acciones y gestos encaminados a lograr la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
El modelo insostenible del crecimiento sin límite
“La crisis económica ha puesto al descubierto el callejón sin salida al que nos está llevando este modelo económico basado en el crecimiento sin límite. Los países y los ciudadanos estamos endeudados por encima de lo que producimos o ganamos”. Los datos confirman que la fórmula actual, basada en el crecimiento, no favorece a toda la humanidad sino sólo a unos pocos: el 20% de la población mundial posee el 90% de la riqueza que hay en el planeta, mientras más de 4.000 millones de personas viven en estado de pobreza.
Como se señala en los materiales de la campaña de Cáritas, “esta crisis también ha puesto de manifiesto que el mundo vive por encima de sus posibilidades físicas. Estamos destruyendo el planeta a un ritmo sin precedentes y consumimos un 25% más de los recursos que la Naturaleza produce anualmente”.
Actuar para influir en nuestro entorno más próximo
Esta es la razón por la que Cáritas nos quiere proponer es que “no nos quedemos de brazos cruzados, indiferentes, mientras tres cuartas partes de la familia humana malvive en la pobreza”. “Con nuestra manera de vivir, de comportarnos, de actuar, podemos influir para bien en nuestro entorno”, se explica en los objetivos de la campaña. “Lo creamos o no, cada uno de nosotros tiene un trozo de mundo en el que sí que puede hacer algo... y son muchos los que se pueden beneficiar de ello... casi sin darnos cuenta”.
Vivir el Decálogo de la Sencillez
Con objeto de invitar a la reflexión acerca de lo que significa “vivir la sencillez”, la campaña institucional 2011-12 de Cáritas propone un cambio de nuestros estilos de vida basado en el Decálogo de la Sencillez:
1. Vivir la sencillez es no necesitar tener muchas cosas para ser feliz, no cayendo en el consumismo ni en las modas que nos obligan a comprar lo nuevo, lo último.
2. Vivir la sencillez es tener más alegría al dar, o al compartir, que al recibir, porque has descubierto el poder misterioso que tiene la palabra gratuidad.
3. Vivir la sencillez es vaciar el corazón de todas las cosas innecesarias que lo ocupan, y llenarlo del tesoro de la amistad, de la cercanía y del encuentro humano con los demás.
4. Vivir la sencillez es creer que tu valía y dignidad está en lo que eres como persona y no en lo que tienes o posición social que ocupas.
5. Vivir la sencillez es solidarizarte con tantas hermanas y hermanos de tu familia humana que viven injustamente en la pobreza y necesidad, y te movilizas e implicas porque no quieres vivir mejor que ellos.
6. Vivir la sencillez es poner tu confianza y seguridad no en el dinero o posesiones, sino en tus bienes espirituales, en tus convicciones y creencias, en tu Fe, en tus capacidades, en tu fuerza interior y en la de aquellos que te aman y aprecian.
7. Vivir la sencillez es trabajar para vivir y no vivir para trabajar.
8. Vivir la sencillez es disfrutar de los innumerables regalos que la vida, la Naturaleza, te ofrece constantemente cada día, y que pasan desapercibidos para la mayoría de gente.
9. Vivir la sencillez es respetar y cuidar de la Naturaleza con tu forma de vivir, reciclando, reutilizando, reduciendo el consumo innecesario.
10. Vivir la sencillez es utilizar tu dinero para que tú y tu familia podáis vivir con dignidad, y para que los demás también puedan vivir con dignidad si lo inviertes en banca ética y si te habitúas a exigir productos que provengan del comercio justo y del comercio local. Desde aquí os deseo una "sencilla y Feliz Navidad a tod@s..."

Damián (tu cura y amigo)

02 julio 2011

Antes de ir de vacaciones... ¡vacúnate!

"Venid a descansar a un sitio tranquilo..." Son palabras del mismo Señor, pero... ¿Qué es descansar?
Quizá penséis que es una pregunta tonta... A veces ocurre que a la vuelta de las vacaciones muchos tienen la impresión de haberlas malgastado tontamente... Y que más que descansar han vuelto más estresados que cuando fueron...
Por eso pienso, que tan importante como el destino de vacaciones, las reservas de hotel, las excursiones, las tarjetas... son las vacunas... He aquí una serie de vacunas para convertir el tiempo de vacaciones en tiempo de descanso...
Vacúnate contra la monotonía. Tanto si vas a la playa, a la montaña, a la casa del pueblo, como si este año te toca «veranear» donde normalmente «invernas,» tienes que saber que, si olvidas esta vacuna, probablemente corras el peligro de hacer lo de todos los veranos, de hartarte de las mismas cosas y, lo que es peor, a la vuelta de vacaciones, llegar tostado por la «mala idea...»
Vacúnate contra el estrés. Si tú eres de los que se mueve normalmente al compás de las agujas del reloj, es muy conveniente que no descuides esta vacuna. Te ayudará a «olvidar» tu apretada agenda, tus preocupaciones, tu trabajo... Ah, y uno de los síntomas para saber si esta vacuna esta surtiendo el efecto deseado en tu organismo es comprobando si puedes sobrevivir un día, una semana, un (esto es para nota) mes entero sin la preocupación del dichoso móvil.
Vacúnate contra los nervios desatados. Está indicada, sobremanera, para las largas colas. En la carretera, en los museos, en los supermercados, en los chiringuitos... Ante todo no pierdas los nervios y disfruta. Quien sabe si Jesús en el sermón de la montaña habló de otra bienaventuranza que los evangelistas la veían poco formal y no la quisieron recoger: «Dichosos los lentos, porque no se perderán el más mínimo detalle de la vida.»
Vacúnate contra «los insectos insoportables.» No me estoy refiriendo a pulgas, avispas, escarabajos, chinches y demás especies. Me refiero a otro grupo más común: tus amigos, tu mujer, tus hijos, tu familia..., aquellos con los que tienes que pasar estas vacaciones... Es el momento de ofrecer tu tiempo o, lo que es lo mismo, tu vida, a los tuyos, sin las prisas del trabajo y las obligaciones de cada día.
Vacúnate contra el «ya hablaremos.» Son las vacaciones un tiempo privilegiado para no quedar las conversaciones a medias. Ya no hay excusas: «Tienes que ir al colegio, se hace tarde...» En la mesa, debes saber, que se nutren los estómagos, mas en la sobremesa se nutren ¡y de qué manera! los afectos. Es el tiempo indicado para unir comida con cena sin despegar «el culo» de la silla... hablando, riéndose, escuchando..., en fin, queriendo y viviendo «a pierna suelta.»
Vacúnate contra el asfalto. Evita en la medida de lo posible las aglomeraciones, los coches, los bares... Da a tus pulmones un premio respirando aire fresco y a tus sentidos obséquialos con una bella puesta de solo un campo sembrado de Vida.
Vacúnate contra los mapas de carretera. Esta vacuna te ayudará a «perderte.» Sí, has leído bien, a perderte en una encrucijada de pequeños pueblos, en un silencioso pinar o, simplemente, en tu habitación. Y es que a veces es bueno perderse para encontrarse a uno mismo. .
«Vacúnate contra la boca seca.» Este verano da vacaciones a tu lengua y pon a currar (ya era hora, ¿no?) a tus oídos... Y es que debes saber que Dios nos dio una boca y dos oídos, precisamente para eso, para escuchar el doble de lo que hablamos.
Vacúnate contra «el yo-yo.» No, no se trata del famoso jueguecito. Tal vez veranear sea conjugar la vida en segunda persona. No donde yo quiero ir sino donde quieras ir tú; no lo que a mí me agrada, sino lo que te complazca a ti; no donde, cuando y como yo quiera, sino cuando, donde y como quieras tú.
Vacúnate contra la maleta a medio hacer. Se te pueden olvidar las bermudas, o la crema protectora o las sandalias, incluso, si me apuras, hasta el botiquín de primeros auxilios... pero nunca se te puede olvidar a Jesús. Él también merece unas vacaciones y justamente este año te ha elegido a ti para pasarlas juntos...
¿Qué dices? Sí, el descanso veraniego puede ser un tiempo magnífico para revisar nuestra vida, reconocer nuestras equivocaciones, respetar nuestros límites y aprender a vivir de manera más humana...
Es una forma de escuchar la invitación de Jesús: "Venid a un sitio tranquilo a descansar".

Feliz temporada de "vacaciones - vacunados"...

Vuestro amigo y cura: DAMIÁN