20 junio 2010

Domingo 29 T.O. - C


El Evangelio de estos últimos domingos nos ha ido hablando de la fe y veíamos que tener fe es sobre todo tener confianza en el Señor y mostrar nuestro agradecimiento por todos sus bienes...

Hoy Jesús nos invita a alimentar esa fe con la oración.

La oración es el medio que tenemos para comunicarnos con Dios... (nadie se imagina a un hijo y a un padre que no se hablen..., ni dos enamorados que no se comuniquen..., ni dos amigos que no se cuenten sus cosas...). A todos ellos les une el amor, el cariño y la confianza... lo mismo que nos une a Dios...

Para un creyente, la oración es como el aire que respira. Un cristiano sin oración es un cristiano muerto... monótono, rutinario... y ¿qué peor muerte hay que la rutina...?.

La parábola que nos cuenta hoy Jesús nos enseña la perseverancia que hemos de tener en la oración... una oración que ha de mantener la confiada seguridad de que Dios siempre me escucha...

¿Cómo está nuestro grado de comunicación con Dios?... Le dedicamos tiempo a aquello que nos interesa... y el tiempo que dedicamos a algo o a alguien muestra el grado de interés o el valor que le damos...

A más tiempo... más valor...

A más interés... más tiempo...

Si no rezamos no nos comunicamos con Dios, y si no nos comunicamos... qué clase de amor manifestamos...

No hay comentarios: