20 junio 2010

Domingo 15 del T.O. -C

Si algo caracterizó a Jesús fue el hecho de ser "MAESTRO" y un buen maestro no sólo enseña la teoría de la materia concreta en la que se especializa sino que lo intenta transmitir sobre todo con el ejemplo...

Aquel hombre entendido en leyes le hace una pregunta razonable, pero una pregunta que en el fondo condiciona su amor, intentando saber a quién tiene que excluir...

Y Jesús con aquella historia del Buen Samaritano invierte la pregunta y le hace ver que lo importante no es saber quién es mi prójimo, sino cómo tengo que ser yo prójimo para los demás... ¿De quién soy yo prójimo? (en vez de ¿Quién es mi prójimo?)

Jesús hoy nos enseña que el AMOR no puede ser sustituido ni siquiera por la oración y los sacramentos... Que se ama a Dios cuando se reza, cuando se comulga, cuando se confiesa uno, pero sin olvidar la expresión más grande de amor a Dios que es Amar al prójimo.

Decía Madre Teresa:

"Una de las grandes enfermedades es no ser nadie para nadie".

Aquel Buen Samaritano entendió que aquel hombre caído en el camino era alguien, era su prójimo... y nos enseña a dar sus 4 pasos:

1 VER: porque es el primer paso que hemos de dar para amar. Ver la necesidad, la carencia.

2 CONMOVERSE: (se conmueve), le mueve su dolor, le duele su sufrimiento, le da pena su dolor. Sólo el que se conmueve y se compadece se sabe poner en el lugar de los demás, haciendo propio su dolor...

3 ACERCARSE: (se acercó), porque el hecho de acercarme lleva consigo que me importa... Sin olvidar que un amor lejano es ineficaz.

4 ACTUAR :(y actúa), se encarga de cuidarle, es un amor personalizado, no traslada a otros la tarea de servir, no hay intermediarios ni medias acciones, lo hace personalmente... (se pringa).

"HAZ TÚ LO MISMO", no olvidemos que Jesús nos envía a hacer, no a acumular teorías...

Él nos dice : Ahora te toca a ti...

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