Como cada domingo el Señor nos vuelve a sorprender y a describir cuáles deben ser las actitudes de un fiel seguidor suyo, de un buen cristiano...
- El domingo pasado nos insistía en la vigilancia.
- Hoy insiste en la fortaleza como actitud necesaria para avivar ese "fuego" que Él vino a traer al mundo... (su REINO).
Al igual que ocurre con el fuego, Jesús quiere transformar, cambiar y remover este mundo que tiene otras convicciones, que aprecia otros valores, que reacciona con indiferencia, hostilidad, sarcasmo, burla o incluso con una persecución más o menos encubierta de nuestra fe...
Y es que tener fe hoy, y vivir de acuerdo con ella, es una opción seria que exige fortaleza para ser fieles...
Si sólo buscamos en el Evangelio tranquilidad a cualquier precio y una especie de refugio libre de conflictos es que no hemos entendido bien a Jesús, o que su fuego no abrasa nuestra vida.
Hoy el Señor nos invita a hacer... a hacer lo que podamos, por poco que sea... Eso es lo que espera Dios de nosotros, que hagamos bien lo que podamos hacer... o lo que es lo mismo... a hacer de manera extraordinaria lo más ordinario... Y eso se consigue con AMOR.
Ojalá nos dejemos "quemar" por su fuego y seamos en medio del mundo verdaderas y auténticas llamas que alumbren la vida de los demás...
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