Si por algo se caracterizan estos días de Navidad es porque son días de vivencia familiar y precisamente hoy se nos invita a contemplar, valorar, revisar y profundizar en esta realidad que todos vivimos: LA FAMILIA.
Y es que, es en la familia donde el ser humano aprende a hacerse persona, es en la familia donde aprendemos a querer, a perdonar, a comunicar, a compartir y aceptar ser queridos no por lo que tenemos sino por lo que somos...
Es en la familia donde aprendemos a amar gratuitamente, por eso Dios bendice el matrimonio como sacramento y como el mejor signo del amor de Dios a la humanidad.
Todo esto es perfecto, y es el ideal, pero no podemos olvidar que aquella familia " ideal " de Nazaret también tuvo problemas... Y es que la felicidad sin problemas es una felicidad no conquistada, sino regalada y olvidamos que la felicidad es fruto del esfuerzo y de la lucha de cada día por ir superando dificultades...
La familia de hoy tiene problemas:
+ INTERNOS (incomunicación, falta de confianza, falta de respeto...)
+ EXTERNOS (ambiente egoísta, indiferencia, comodidad, querer vivir en un status imposible de alcanzar...)
Se olvida que el problema de la familia no está en el " problema en sí " sino en el verdadero amor que supera toda dificultad...
" En lo bueno y en lo malo... en la salud y en la enfermedad... todos los días de mi vida "
Esto, creído, vivido y sentido provoca humildad, comprensión, dulzura, perdón.
Y esto hace que la Familia adquiera el valor que tiene, el mayor, el que es querido por Dios...
Pidamos que así sea en la nuestra...
No hay comentarios:
Publicar un comentario