30 octubre 2008

Homilía 4º Domingo de Adviento

Durante 4 semanas nos hemos ido adentrando en este tiempo de Adviento (Tiempo de Esperanza de Conversión y de Alegría). Y es que aguardamos la Venida de Jesús.

Como todo en la vida, se acaba e iniciamos hoy la última semana de preparación a ese acontecimiento. Pero no celebramos el final de un relato sino el principio de un gran acontecimiento: Jesús se hace uno como nosotros para identificarse con nuestra debilidad y sencillez...

En éstos últimos domingos pasados las lecturas nos han ofrecido señales para saber distinguir y vislumbrar esa llegada:

1. "Estad en vela" (nos decía Jesús)

2. "Convertios" (nos decía S Juan Bautista).

3. "Sed fuertes, no temáis" "El viene" (Nos decía Isaías)

4. Y hoy la última señal (no grandiosa ni llena de gran espectáculo, sino sencilla y humilde):Una Joven embarazada y un hombre justo, honrado y silencioso...


En ellos observamos que Dios opta por el Amor, por la Vida y por la Sencillez...

Pero hoy en día Dios sigue pidiendo señales creíbles para todo aquél que lo busca y sigue necesitando de nosostros para que, a ejemplo de María, le hagamos presente allí donde nos encontremos...

Sobre nosotros se colocaría hoy la última señal: La Sorpresa

Nuestro corazón y nuestra vida deben guardar la sorpresa que el mundo necesita... La señal que Dios le da para sentir de verdad la próxima llegada de Jesús.


No hay comentarios: