31 octubre 2008

Homilía 2º Domingo de Navidad

Todos somos conscientes que la Palabra es lo más personal que tenemos; a través de ella nos comunicamos y gracias a ella podemos entablar una conversación, un diálogo y una amistad...

Cuando falta la palabra, como la vista o cualquier otra facultad humana, sentimos que falta algo esencial y muy importante de todos nosotros...

Así se debió sentir San Juan, cuando años después de la muerte y resurreción de Jesús escribe: "La Palabra vino al mundo y los suyos no la recibieron..."

Alguien tan esencial e importante era olvidado y menospreciado.

San Juan llegó a decir que Dios es Amor, y sin embargo el mundo no supo responder a ese Amor y le devolvió mal por bien, ingratitud por generosidad, indiferencia por atención...

Ése fue el mundo que vivió S. Juan y que vivimos también nosotros. Hoy no es que no se crea en Dios, no es que no se escuche a Dios, no es que no se vea a Dios...

Sino algo peor...Hoy es que "se pasa" de Dios... LA INDIFERENCIA.

Y antes esto la Escritura nos dice que "La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros..."

Dios se vale hoy de nosotros para llegar al Mundo... Hemos de "encarnarnos en el mundo", hemos de "acampar en él"...

Ser cristiano no es huir de la sociedad, sino encarnarse en ella...

Ser espiritual no es apartarse del mundo, sino afrontar la vida con el Espíritu de Dios ... (VATICANO II).

Que no se hagan realidad las palabras de S. Francisco: "EL AMOR NO ES AMADO"

A través de nosostros " EL AMOR SERÁ AMADO "

No hay comentarios: