20 octubre 2008

Homilía ( 28 del T.O. -A- ) 2005

El mensaje del evangelio de este Domingo es semejante al de las semanas anteriores ... Hoy la imagen no es la viña, sino un banquete de bodas.

Dios nos invita a una fiesta, la gran fiesta de la Vida, y no porque seamos buenos nosotros, sino porque el Bueno es Él y desea igual que nosotros que seamos felices y buenos ...

Y ahí está nuestro afán y nuestro gran deseo ... Ser felices ( ¿quién de nosotros no lo pretende?...) .

Pero... ¿dónde buscamos la felicidad hoy ...?

+ Para la mayoría, la felicidad está en tener, en comprar, en poseer ... (mientras más tengo más esclavo soy de lo que tengo).

+ Para otros está en el gozo inmediato e individualista : sexo - droga - diversión ... En el fondo se pretende huir de los problemas, no afrontarlos.

+ Para otros está en cuidar el cuerpo, siendo importante mantenerse en forma, ser joven o no envejecer nunca ... ( muchos liftings no dan mayor felicidad).

En el fondo todo esto crea insatisfacción y búsqueda incansable ... Y Dios no se cansa de invitar ... a VIVIR - a SER FELIZ - ...

Nos invita a una vida sin tristeza, sin lágrimas, sin muerte ... donde todo es alegría, gozo y vida sin fin ...(Isaías).

Todos son invitados ... pero una cosa es necesaria ... llevar el traje de fiesta, que no se distingue por el exterior (nuevo o desgarrado, de marca o de serie ...), sino por el interior ... de la más alta calidad, un vestido de Amor (Made in Amor a Dios y al prójimo ...)... Es un vestido o un traje que no se compra sino que se recibe de Dios y se va cuidando en la vida con las buenas obras y los sacramentos .

¡¡Feliz banquete!!


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