Todos somos conscientes de algo que se da en nuestra vida y es de que nos vamos haciendo viejos... (achaques, dificultades, falta de salud y de fuerzas...).
Ante esa falta de vigor nos previene el profeta Isaías: "Brotará un renuevo del tronco de Jesé" y es que de cualquier situación límite en la que pueda encontrarse el ser humano, el Espíritu puede hacer que surjan nuevas realidades llenas de vida.
1- Sabemos que tenemos un primer paso para solucionar todas las adversidades y problemas y es la ESPERANZA.
2- Pero sabemos que para que todo esto se produzca hay que comenzar por CONVERTIRNOS y esa es la actitud que ponemos sobre ese pesebre (nuestra alma) en este 2º Domingo de Adviento: LA CONVERSIÓN.
Y es que como dice Juan Bautista en el Evangelio "para preparar el camino del Señor, es necesario preparar antes nuestro corazón y nuestra vida".
LA MOCHILA está muy cargada y nos impide caminar.
Al igual que preparamos la despensa para estas fiestas, (todo ahora es más barato...), mantecados, turrones, langostinos. Igual o mejor habrá que preparar nuestro corazón con arrepentimiento, deseo de ser mejores, sencillez, humildad, oración ...
LA VIRGEN se presenta como nuestro modelo...(de servicio, de humildad y de sencillez...).
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