16 noviembre 2008

Domingo III - T.O. -A-

El Evangelio de hoy nos habla de una llamada y de una respuesta a dicha llamada.

En el episodio que hemos escuchado observamos cómo aquellos hombres se arriesgaron y se lanzaron al vacío de algo que no conocían...

Ellos pensarían, al igual que nosotros en su lugar: ¿fracasaremos?... podría haber sido una posibilidad, aunque la historia nos ha demostrado que no...

Y es que el fracaso sólo existe para aquellos que, por miedo a fracasar "nunca lo intentan", esos nunca fracasan pero no se dan cuenta de que ellos mismos en sí son un fracaso...

Sin embargo, el que lo intenta, no ha fracasado porque el solo esfuerzo de haberlo intentado ya es un triunfo sobre sus propios miedos...

-En nuestro lenguaje: lo importante no es ganar, sino participar...

Para quien así lo vive se da cuenta de que lo que realmente vale en la vida, no es precisamente triunfar siempre, sino luchar siempre...

Hoy el Señor nos invita, por tanto, a ser positivos, a quedarnos con la satisfacción de decir " lo he hecho ", " he sido capaz "...

Y es que necesitamos arriesgarnos, ser positivos, demostrarnos que sí es posible, que sí podemos...

El Señor tiene esperanza en nosotros y la Esperanza significa que creen en mí, en mis posibilidades, con mis miedos y cobardías, pero también con mis ganas y mi fuerza de voluntad...

Todo es cuestión de creer en nosotros mismos y creer en la llamada que Él nos dirige a cada uno de nosotros... sin olvidar que su llamada nos hará sentir que Él cree en mí, me necesita a mí... y me ayudará siempre a mí...

No hay comentarios: