Celebramos hoy uno de esos tres días en el año que brilla más que el sol ( Corpus , Jueves Santo, Ascensión ).
Un día en el que volvemos a experimentar que la marcha de Jesús no es definitiva, que la Ascensión a los cielos no es el final triunfal de una vida ejemplar..., sino que es un capítulo más de la obra iniciada por Jesús y que nosotros tenemos que continuar...
Si Jesús se ha marchado, nosotros lo tenemos que continuar haciendo presente... esa es la misión y el compromiso al que nos llama a todos...
" Id al mundo entero..." es decir: "No te quedes mirando al cielo, trabaja más bien para que la tierra sea un cielo..."
* Y es que Jesús ya no está aquí, pero nosotros le prestamos nuestro cuerpo para hacerlo presente.
* Jesus ya no tiene aquí sus manos, pero las nuestras le sirven para segurir bendiciendo, liberando, amando...
* Jesús ya no puede repetir sus bienaventuranzas pero nosotros le prestamos nuestros labios para seguir anunciando la Buena Noticia.
* Jesús ya no puede acariciar a los niños, curar a los enfermos, perdonar a los pecadores, pero nosotros le prestamos nuestro corazón y nuestra vida para seguir estando cerca de todos los que sufren, volcando sobre ellos la Misericordia de Dios.
... Y es que, queda aún mucho por hacer, no podemos quedarnos mirando al cielo, cuando hay tanto que hacer en la tierra.
Creámonos que podemos obrar signos maravillosos en su nombre:
" Echarán demonios " , " Hablarán lenguas nuevas (la del AMOR) ", " Ninguna seducción podrá con nosotros ", " El veneno del odio no nos hará daño ", " La ternura y la fe provocará salud...", " Nos toca ahora, que la luz del cirio ilumine nuestra pequeña antorcha ".
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