15 diciembre 2008

Domingo Cuarto Tiempo Ordinario -B-

Dice el evangelio de hoy que la gente se admiraba de su enseñanza y es que se daba cuenta que Jesús no era un palabrero, ni un charlatán, ni un propagandista…, ni un predicador más…

Y se admiraban “porque no enseñaba como los letrados” que conservaban muy bien la letra, repitiendo lo aprendido y aburriendo al personal… Sin Espíritu…

Jesús “enseñaba con autoridad” (es decir, que Jesús no hablaba autoritariamente, sino con autoridad, no imponía a la fuerza sus criterios, sino que daba testimonio con sus obras y eso era lo que llegaba al corazón… Lo que Él decía, se podía ver claramente en sus obras…

Aquel exorcismo (milagro) de Jesús, es para la gente, una demostración más de su fiel y auténtica enseñanza… (El milagro, de esta manera, se convierte en enseñanza…)

De esta manera aparecen entrelazadas, como eslabones de una cadena, la enseñanza, la autoridad y la novedad que lleva consigo el actuar de Jesús…

Jesús sabía hacer presente a Dios entre la gente de una manera sencilla y clara… De esta manera plantaba cara al mal y lo vencía…

Aquel mensaje, aquella manera de hablar y de hacer con autoridad nos llega hoy también a nosotros, lo hace para que creamos en Aquél que predica con el ejemplo, en Aquél que pronunciaba palabras de amor y consuelo, en Aquél que nos libera valientemente del mal y nos llama a ser como Él…

Comprensivos, Acogedores, Animadores y Fieles seguidores del que nos da la vida y la felicidad plena… ¡¡ Ojalá escuchemos hoy su voz. !!

Feliz Domingo con Jesús…

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