Cuando tantos de nosotros nos
vemos obligados a permanecer responsablemente en casa en estos días, privados
del encuentro con familiares, vecinos, compañeros de estudio o de trabajo, con
los demás miembros de la comunidad cristiana,... lanzamos acá un desafío
apostólico:
Comparte con nosotros una
oración que acabas de escribir para esta ocasión, una melodía que has compuesto
y que puede fortalecer la esperanza de los enfermos o de los que están solos,
un buen libro que te ha inspirado y que recomiendas para este tiempo de prueba,
una iniciativa que has tenido para agradecer a los equipos médicos que están
haciendo todo lo posible para salvar vidas, una campaña de solidaridad a favor
de alguien más vulnerable en este momento,...
Breve oración ante el COVID- 19
«Que los estantes vacíos del supermercado me ayuden a pensar en
quienes la escasez es el no-pan suyo de cada día.
Que la falta de mascarillas o de hidroalcohol me haga
reflexionar ante quien vive a la intemperie desde que nace, sin tarjeta médica,
ni hospitales, ni medicinas…
Que la incertidumbre de a quién le tocará, me ayude a intuir
los sentimientos de los que oyen el silbido de las bombas y los disparos hoy.
Que el posible aislamiento me sirva para padecer-con los
refugiados bloqueados en Turquía.
Que las posibles "grandes complicaciones logísticas"
laborales, educativas y familiares me ayuden a comprender una pequeña parte
de lo que sienten los padres que no tienen ni abrigo, ni casa, ni cuadernos, ni
respuestas, ni esperanza para sus hijos.
Que el caos económico que amenaza nuestro privilegiado
bienestar nos sirva para abrir los ojos ante quien busca simplemente futuro
atravesando el océano, el desierto, el campo helado o las alambradas.»
Padre bueno
Padre bueno, consuelo de tu Pueblo,
en tus manos están nuestras esperanzas y angustias,
nuestra confianza y los temores del caminar.
En este tiempo de zozobra
ayúdanos a no perder de vista que lo importante
es cuidarnos los unos a los otros como nos cuidas tú.
Te pedimos que sea posible un nuevo encuentro,
donde la cercanía sea desde la responsabilidad
y donde el Sacramento de tu Palabra
nos alimente desde lo cotidiano y cordial.
Mueve siempre nuestra vida
al cuidado de la Creación y de los demás.
Anima a quién se siente en soledad,
y regálanos la serenidad de una Pascua siempre nueva
en tu presencia Viva y Verdadera.
Que así sea.
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