16 marzo 2020

Ejercitemos las virtudes en este tiempo en el que estamos en casa


Ejercitemos las virtudes en este tiempo en el que estamos en casa

La cuaresma de 2020 está siendo marcada excepcionalmente por la pandemia del COVID-19.

Os sugiero ejercitar algunas virtudes derivadas de la actual pandemia, para la vivencia de esta cuaresma:

1. Ejercitemos la virtud personal de la humildad, reconociendo que no soy omnipotente ni superior a las fuerzas de la naturaleza, ganando la presunción de que no soy más inmune y más civilizado que todos los demás.  Mi existencia no depende solo de mí, no soy yo el dueño de la vida.

2. Crezcamos en humildad científica y tecnológica, ante sus grandes avances, que son dones a cultivar y agradecer, pero no son dioses a adorar.  Lo que nos salva, pues, no es el poder económico, por el progreso de la ciencia o las maravillas de la técnica, sino el amor de unos por otros.

3. Pongamos en práctica una fraternidad solidaria, como antivirus contra la superficialidad, la indiferencia, la autosuficiencia y el narcisismo, que tantas veces me hacen ponerme a mí mismo en el centro de todo y por eso mismo, olvidando que todo es don.

4. Valoremos a la familia y a nuestra casa como lugares más seguros.  El hecho de pasar más tiempo en casa en este obligatorio confinamiento, no es necesariamente una penitencia y puede ser más bien una bendición. Profundicemos en la calidad del diálogo y de la presencia familiar.

5. Redescubramos la importancia de los afectos, con los que no sean más cercanos, con los que comparten la misma casa, el mismo medio de transporte, el mismo espacio de trabajo.  La soledad forzada nos enseña el valor y el precio de la relaciones humanas.  La impuesta distancia superior a un metro nos revela la belleza y la nostalgia de las distancias breves.

6. Optemos por un estilo de vida más sobrio, menos enfocado en el consumo, más centrado en lo esencial.  Porque “no solo de pan vive el hombre” y mucho menos vive de la moda, de los colorantes y conservantes y de productos azucarados o manipulados.

7. Liberémonos del deseo alienante de una vida vivida en régimen de diversión continua. Es una buena oportunidad para corregir un cierto estilo de vida pagana y mundanizada, que se conforma con un “pan” en la mesa y “circo” en la plaza.

8. Redescubramos la belleza y la riqueza de la lectura, por supuesto también de la Sagrada Escritura y de la meditación diaria del Evangelio.

   
   Y así, sin haberlo previsto, todas nuestras urgencias, las agendas repletas, las actividades programadas, lo imprescindible... se nos cae

   Y entramos en un desierto donde quizás nos espera la verdad para la que nunca tenemos tiempo.

    Y la Cuaresma empieza a serlo más, convirtiendo la cuarentena en una verdadera Cuaresma.

......

Oración del Papa Francisco invocando la protección de la santísima virgen frente a la pandemia del coronavirus

Oh María, Tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y esperanza.

Nosotros nos encomendamos a ti, salud de los enfermos, que ante la cruz fuiste asociada al dolor de Jesús manteniendo firme tu fe.

Tú, salvación del pueblo de dios, sabes lo que necesitamos y estamos seguros de que proveerás para que, como en cana de Galilea, puede regresar la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.

Ayúdanos, Madre del divino amor, a conformarnos a la voluntad del padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, que ha tomado sobre si nuestros sufrimientos. Y ha tomado sobre si nuestros dolores para llevarnos, a través de la cruz, al gozo de la resurrección.  Amén

Bajo tu protección, buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies la súplicas de los que estamos en la prueba y líbranos de todo peligro
¡ oh Virgen  gloriosa y bendita!

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