31 enero 2009

Domingo 1º de Cuaresma -B-

El miércoles pasado empezábamos a caminar por un camino de 40 días que nos preparará para La Pascua... Un camino que tiene un comienzo (Miércoles de Ceniza) y una guía o estilo de comportamiento para llevarlo a cabo (CONVERSIÓN).

Nos lo dice hoy Jesús "Convertíos y creed en el Evangelio". Convertíos de todo lo que no lleva a Dios, de todo lo que provoca malestar y oscuridad interior, de todo lo que paralice ese "caminar" hacia Mí...

Y en ese camino hacia Dios (que debe ser nuestra vida) surgen dificultades, conflictos... esos que hacen que nuestra vida se detenga al borde del camino, teniendo incluso las ganas de tirar la toalla (es lo que llamamos TENTACIÓN).

Igual que nuestra vida, la Vida de jesús estuvo salpicada por 3 grandes tentaciones:

1- La tentación del placer que nos lleva a olvidarnos de los otros y a tratarlos como mero objeto de mis antojos y deseos...

2- La tentación de acaparar (la avaricia) que envenena las relaciones humanas.

3- La tentación del dominio y la arrogancia que nos hace centrarnos en nosotros esperando el aplauso de los demás...

Cuando la avaricia, la soberbia y el hambre de placer prenden en el corazón y lo dominan, la persona se corrompe, se aparta de su camino y es capaz de robar, asesinar, traicionar, menospreciar y falsear el amor por un instante de placer.

Jesús, como siempre, nos da la solución... Ante esa carrera de obstáculos, tentaciones y dificultades que es nuestra vida Él nos dice:

+ CONVERTÍOS, cambia de dirección, no te quedes mirando al pasado, mira adelante...

+ CREED LA BUENA NOTICIA, no tengáis miedo, porque Yo voy con vosotros...

Pidamos entender que cuando en nuestro corazón reine el Señor, venceremos definitivamente a la Tentación que nos paraliza y no nos deja avanzar.

Reglas Cuaresmales:

+ Piedad---------- CONFÍA.

+ Austeridad------ CAMBIA.

+ Caridad--------- COMPARTE.

ORACIÓN - AYUNO - LIMOSNA.

El Señor nos da: Luz - Gracia y Misericordia, para enfrentarnos a las tentaciones.

- No olvidar que sentir no es consentir.

- Y que el Señor se dejó tentar para enseñarnos cómo debemos enfrentarnos al Mal cuando venga la tentación y sin olvidar que nos tenemos que insertar en el Mundo y vencer el Mal a fuerza de Bien...

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